La basìlica de San Marcos, fundada en el año 829 y reconstruida en 1063, es sin ninguna duda el monumento más antiguo y significativo de la ciudad. Se trata de un templo bizantino en cuyo interior lucen preciosos marmoles y mosaicos. Nos sorprende una iglesia revestida casi por entero con oro: una empresa prodigiosa. Sin embargo, la basilica de San Marcos es mucho más que una obra artística y arquitectónica. Se edificó para sostener el mito de la ciudad de Venecia y establecer su prestigio político y religioso. De hecho aquí descansan los restos del evangelista Marcos que los venecianos robaron en Egipto. El traslado del cuerpo de San Marcos a Venecia representó un cambio decisivo en la historia de la ciudad…
Esta visita les sorprenderá: entraremos por el acceso preferente (sin colas) y admiraremos algunas partes de la iglesia a las que normalmente los visitantes no pueden acceder.